Reyes Magos y los huérfanos que esperan más que juguetes

Yanira Fondeur

Promoviendo la Paz

Este día de los Santos Reyes Magos es muy esperado por los infantes, con la ilusión de recibir regalos. Desde mi visión empática, me detengo a pensar en que los huérfanos de madres asesinadas por sus parejas o ex parejas, de padres que se han suicidado o que están en prisión.

Me detengo a reflexionar que, mientras muchos niños con sus padres estarán inmensamente felices por recibir una pelota, una bicicleta, un bate, una muñeca o un carrito, otros no podrán dibujar una sonrisa en sus rostros ante la ausencia de sus progenitores.

Aunque lo material entretiene de manera temporal, la presencia determinante de una madre o de un padre corresponsable es vital para la formación de los niños y niñas.

Y es que no hay juguete que se compare al amor de una madre, cuya dedicación se recargan cada 24 horas para brindarles protección, formación en valores y educación, elementos esenciales para su sano desarrollo.

En ese sentido me gustaría contar con una varita mágica para pedir a Melchor, Gaspar y Baltazar que, en este 2025, ningún infante quede huérfano como resultado de un acto tan despiadado como los feminicidios.

Arrancarle la vida a una persona, en ocasiones en presencia de menores de edad, transforma para siempre la existencia de esos niños, generándoles daños psicológicos, económicos y de salud que arrastrarán durante su vida.

Los huérfanos no son víctimas invisibles. Y si así la sociedad lo percibe, tenemos que cambiar la visión, son seres humanos frágiles y vulnerables, con derecho a recibir todo el amor y la protección del mundo.

Pido a los Reyes Magos que la población infantil huérfana por feminicidios pueda ser educada en el manejo positivo de sus emociones y, con ello, en la resolución pacífica de conflictos. Esto, con la finalidad de que rompan el circulo de violencia y puedan desarrollarse como futuros hombres y mujeres resilientes.

Aprovecho este espacio de promoción de paz para hacer un llamado a la solidaridad colectiva y elevar la conciencia de que los regalos que decidan obsequiar en cualquier ocasión no contribuyan a fomentar la violencia. En cambio, deberían ser herramientas que ayuden a desarrollar destrezas musicales, deportivas y educacionales.

Nuestros niños serán los hombres y mujeres del mañana, y es nuestro deber  velar siempre porque crezcan sintiéndose amados, cuidados, protegidos y en plenamente en paz.

Feliz día de los Santos Reyes Magos.

Loa autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia

@Yanira_Fondeur