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Seamos hombres y mujeres de paz
Yanira Fondeur
Promoviendo la paz
Gracias a las cámaras de vigilancia ubicadas en una residencia en San Francisco de Macorís se pudo conocer a través de las redes, ayer domingo, de un indignante caso en el que un hombre llegó a la vivienda y sin mediar muchas palabras golpeó severamente a su ex pareja y madre de sus hijas, hasta lanzarla en el pavimento.
La agresión provocó que las niñas bajo sollozos salieran a pedir a los vecinos del lugar ayuda para su progenitora, hecho que nos obliga a reflexionar respecto al daño emocional que les causa a esas niñas observar la agresividad de su padre hacia su madre.
El indignante suceso de violencia de género provocó un sin número de comentario aludiendo todo tipo de calificativos negativos hacia el agresor y pidiendo la intervención de las autoridades para su apresamiento y justicia.
Crear conciencia en la población de las consecuencias funestas que provoca la violencia en las relaciones de parejas es vital para poder adoptar medidas que puedan prevenirlas por un lado y denunciarlas por otros, a fin de que los agresores no sigan reproduciendo su conducta.
Es por ello que, se requiere de la participación activa no sólo de las autoridades sino también de la sociedad civil y los medios de comunicación para minimizar los efectos de la violencia contra las mujeres.
Tenemos que estar consciente de que los agresores saben contra quienes ejercen sus iras y abusos, tratando de controlar y dominar a sus víctimas en todo momento.
Es por eso que, suelen mantenerlas aisladas de familiares y amistades, culpabilizándolas de todo lo negativo que sucede en la relación y creándoles ansiedades, vergüenzas, miedos e insomnios.
La agresión señalada se trata de un hecho que fue dado a conocer a la luz pública de los muchos que suceden a diario, en una sociedad donde los niveles de violencia de género son muy elevados.
Y es que, debemos comprender que las acciones violentas están presentes en todas las clases sociales, sin diferencia alguna, sin que esto nos mueva a normalizarlas ni justificarlas.
Criticar no aporta a la promoción de la paz en las familias, pero insistimos que educar en igualdad de derechos desde la primera infancia y en valores puede marcar la diferencia en esta problemática social en que se vulneran los derechos humanos.
La mejor herramienta para solucionar un conflicto en el marco de un ambiente de respeto siempre será el diálogo, jamás la violencia, la cual degenera en mucho más violencia.
Amables lectores, les invito a que seamos hombres y mujeres de paz, si queremos dejar un mejor mundo para nuestros hijos e hijas.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur