Te amo detestablemente

Sexos sin Guerras
Driva Cedeño

Creo que una de las cosas que más admiro del hombre como individuo es que cuando decide estar en pareja, es que logra desarrollar la capacidad de sentir dos emociones totalmente adversas, por el mismo ser humano, es decir, la misma persona te logra despertar sentimientos algunas veces de un profundo Amor, y otras quieres ahorcarlo y sientes que lo detestas.

Desde mi punto de vista,  esta dinámica se compara con la luz y la oscuridad, para poder apreciar la luz debes haber estado en la oscuridad. Así mismos suceden entre las parejas. Hay momentos que en los cuales sientes que esa persona es tu vida, que no podrías estar sin ella, pero a veces nuestra pareja se vuelve detestable (sobre todo las mujeres), que te provoca es salir corriendo. Pero si no existieran dichos momentos, sería difícil valorar realmente a la persona que tenemos a nuestro lado, es como el ying y el yang, el equilibrio de la vida.

Es admirable la capacidad que tenemos de lograr equilibrar estas dos emociones, y aun así seguir en una relación, escoger estar con esa persona,  seguir construyendo una vida. Realmente el estar en pareja en un acto que conlleva muchas cosas, más allá del amor, es la madurez con las cuales manejamos nuestras reacciones antes ciertas situaciones.

Siempre he dicho que lo más fácil es encontrar a una persona para tener una relación, pero lo más difícil y lograr mantener eso en el tiempo, luego que pasan las mariposas en el estómago, y la ansiedad de lo desconocido, interviene la rutina, los problemas cotidianos, etc.

En mi opinión, es un acto heroico que a pesar de todo eso, todos los días escojas estar con esa misma persona.