Tenemos una democracia fuerte
La Cuartilla
Néstor Medrano
En República Dominicana el sistema democrático se fortalece por la presencia cada vez más fuerte y diversa de partidos políticos.
Esta es una verdad de a puño que quizá no se asimila en los criterios de algunos estamentos sociales ni de individuos que no han llegado al nivel de comprensión suficiente para determinar que los partidos políticos son el eje más importante en el concepto de la institucionalidad de un país.
De ellos surgen quienes detentan el poder constituido por la Constitución, preservan y crean las instituciones y cumplen y deben hacer cumplir y acatar las leyes.
La democracia está fundamentada en el sistema de partidos políticos. La pluralidad como elemento indispensable en contraposición a las concepciones de partido único, como fue en nuestro país en la dictadura de Trujillo y el tristemente célebre Partido Dominicano.
Los países de partido único no están estructurados en esencia para la democracia en ninguna de sus expresiones.
La democracia permite y alienta la pluralidad, la multiplicidad de las ideas y el libre albedrío para que el ciudadano tenga el derecho de elegir y ser elegible, como bien consigna la Carta Fundamental.
Está idea es la ideal en las sociedades con fuertes instituciones; cuestionar la aparición desmedida de partidos políticos no es correcto si consideramos la buena salud de la democracia.
Los contrapesos entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial forjan en ese contexto el verdadero filón para la preservación de esa democracia.
República Dominicana vive una democracia plena que a veces ha sido vapuleado por fenómenos humanos y sociales levantiscos, pero luego de descabezada la dictadura de Trujillo y aniquilado el periodo de los 12 años de Balaguer, que también contó con episodios fin estos y sangrientos, se ha trillado un camino de grandes logros en la consolidación de esa democracia.