Un domingo teñido de dolor: Alto a la violencia contra la mujer
- Con estos nuevos feminicidios en lo que va del año, la Fundación Vida Sin Violencia registra 55 en general, de los cuales 44 han sido por parejas o exparejas, que han dejado unos 55 huérfanos.
- Demandamos un alto a la violencia para poder disfrutar del derecho a vivir en paz.
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Deseamos convivir en paz a nivel familiar y social, pero la realidad es que lamentablemente cada día damos lectura, en la prensa y redes sociales, a más hechos violentos.
Como sociedad no terminamos de recuperarnos del homicidio de un comunicador, atribuido a un extitular de la Dirección Nacional de Control Drogas (DNCD), cuando nos impacta la noticia de seis nuevos casos de feminicidios, cuatro de ellos íntimos y dos por conexión, ultimando a familiares cercanos de la víctima, tal como sucedió en el país en la Semana Santa.
Ayer, en el municipio de Los Alcarrizos, de la provincia de Santo Domingo, el agente de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), Esteban Javier Cora de 32 años, mató en su casa a su expareja, porque supuestamente se negaba a reconciliarse con él, a su exsuegra, ex cuñada y a un hombre que supuestamente lo perseguía, no sin antes también herir a un menor de edad.
Mientras que en Moca, provincia Espaillat, una adolescente de 20 años fue ultimada con arma blanca por su novio y abandonada. Según reseñas de la prensa, antes de fallecer pudo enviar un audio pidiendo auxilio a sus familiares para que le ayudaran, sin lograr resultados positivos.
En tanto que, en el municipio Las Terrenas, en Samaná, Porfirio Andújar de 50 años, que había sido sometido a la justicia hace unos meses, quitó la vida a su esposa con arma blanca y luego intentó suicidarse.
A estas tragedias se le suma la muerte de Luz María Nolasco, de 37 años, por parte de su pareja Reimin Felix, hecho ocurrido en el municipio de Haina.
Estas tragedias nos invitan a reflexionar en torno a la calidad de los exámenes psicológicos para otorgar el permiso de porte y tenencia de armas de fuego, a la necesidad de seguir sensibilizando a la juventud a que aprendan a reconocer las primeras señales de violencia en el noviazgo y en las medidas de protección cuando la víctima denuncia buscando ayuda de las autoridades y termina siendo parte de las estadísticas de los feminicidios.
Cabe preguntarnos ¿Es qué matar a una persona ha pasado a ser tristemente parte de la cotidianidad?, ¿Es que olvidamos que los conflictos pueden tener soluciones pacíficas?, ¿Es qué obviamos tan fácilmente que detrás de un ser humano hay toda una familia que se destroza ante un feminicidio?
Insistimos que, constituye un factor de riesgo para la mujer el momento en que, luego de llenarse de valor, decide no seguir en una relación de maltratos psicológicos, físicos o económicos. Más allá de las medidas de las autoridades, las denunciantes deben mantenerse muy alerta en unión a su red de apoyo de familiares, amistades o vecinos.
La muerte de la adolescente revela la necesidad de seguir sensibilizando a las jóvenes de que el amor no es control y que es en el noviazgo donde comienzan a manifestarse las primeras señales de manipulación para hacer su voluntad y regularles sus amistades, tiempo, relaciones en redes sociales, forma de vestir o de llevar el pelo.
Con estos nuevos feminicidios en lo que va del año, la Fundación Vida Sin Violencia registra 55 en general, de los cuales 44 han sido por parejas o exparejas, que han dejado unos 55 huérfanos, cifras que son las mínimas, porque siempre existe un subregistro de los casos, que no son cuantificados.
Sin convivencia pacífica no podemos hablar de desarrollo sostenible.
Demandamos un alto a la violencia para poder disfrutar del derecho a vivir en paz.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur