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Una Europa en plena pandemia celebra el 75º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial
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Miles de británicos se suman a la celebración con un minuto de silencio mientras en París el ritual se reduce a lo mínimo pero la presencia de dos ex presidentes muestra la continuidad del Estado.
Europa y Estados Unidos conmemoran este viernes el 75 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, con ofrendas de flores desde Washington a Londres, pasando por París y Berlín, donde excepcionalmente será día festivo.
Miles de británicos se sumaron a las celebraciones del Día de la Victoria con un minuto de silencio y entre las medidas estrictas de «distancia social» por el confinamiento del coronavirus, que se ha cobrado en este país 30.615 vidas hasta la fecha.
El Príncipe Carlos encabezó la conmemoración desde su retiro en Bikhall, Escocia, y la reina Isabel II tenía previsto dirigirse a la nación en un discurso televisado desde el castillo de Windsor. Un escuadrón de los Red Arrows marcó la fecha dejando una estela azul, roja y blanca en el Parque de St. James, engalanado con la Union Jacks.
El «premier» Boris Johson dirigió un breve discurso a los veteranos y leyó un poema recién descubierto de Edmund Blunden, titulado «V Day» . «Hoy debemos celebrar sus logros y sus sacrificios», dijo Johnson, en referencia a los más de 380.000 soldados británicos muertos durante la Segunda Guerra Mundial (más los 70.000 civiles fallecidos durante los bombardeos aéreos nazis).
«Somos un pueblo libre por todo lo que hicieron nuestros veteranos», recalcó Johnson. «Por eso les ofrecemos nuestra gratitud y una solemne promesa: os recordaremos siempre».
La BBC va a emitir para la ocasión los discursos de Winston Churchill y la soprano Katherino Jenkins dio un concierto especial, retransmitido por televisión, desde el Royal Albert Hall y ante un auditorio vacío. La televisión ofreció también el discurso de la victoria del rey Jorge VI y las imágenes de su hija Isabel aprendiendo a conducir con 19 años los camiones militares mientras formó parte como voluntaria del Servicio Territorial Auxiliar.
En su reciente discurso a la nación durante la crisis del coronavirus, días antes de cumplir los 94 años, Isabel II pidió los británicos que mostraran la misma «resolución» ante la epidemia que ante el conflicto bélico y evocó la letra de la canción «Well meet again» («Nos volveremos a ver») de Vera Lynn, que se convirtió en símbolo de esperanza para los los británicos durante la Segunda Guerra Mundial.
MACRON REDUCE LA CEREMONIA A LO ESENCIAL
En París, la ceremonia estuvo reducida a lo esencia mientras la continuidad del Estado quedaba de manifiesto: dos ex presidentes de la República entre los cinco invitados. Así conmemoró Enmanuel Macron el 75 aniversario de la victoria aliada. De camino, rindió homenaje a De Gaulle, el hombre que llevó a Francia a estar entre los vencedores y el fundador de la V República.
El acto siguió el mismo protocolo que todos los años. Pero en este París soleado y aún confinado, las aceras de los Campos Elíseos están vacías. Ninguna autoridad llevaba máscara bajo el Arco de Triunfo. Eran tan pocos que no tenían problema en respetar las distancias de seguridad.
El poder ejecutivo alineaba al presidente, su primer ministro, Edouard Philippe, la ministra de los Ejércitos, Florence Parly, así como la secretaria de Estado Geneviève Darrieussecq. Sólo cinco invitados: los presidentes del Senado y la Asamblea, Gérard Larcher y Richard Ferrand, la alcaldesa de Paris, Anne Hidalgo, y los dos predecesores de Macron en el Elíseo, Nicolas Sarkozy y François Hollande. La columna de la República, la continuidad del Estado. Lo esencial.
Un ejemplo de cómo difundir el relato nacional que hila Macron. Sin discursos, con un despliegue mínimo de medios (cuatro miembros de un coro militar para ‘La Marsellesa’), sin pasar revista a las tropas, sin invitados, sin tribuna de prensa. Un ceremonia mínima: reavivar la llama de la tumba del soldado desconocido, himno, flores, firma en el libro de oro…y lavado de manos con gel hidroalcohólico.
Por aquí pasó el coronavirus que ha impedido que este aniversario redondo, los 75 años de la derrota del nazismo, se celebre con el oropel previsto. También han abortado el viaje que Macron iba a hacer a Moscú, donde la victoria aliada se celebra un día después. La pandemia ha impedido que Vladimir Putin organice un vistoso desfile.
Macron y Putin se debieron contentar con una llamada telefónica. El presidente francés, muy crítico con el ruso al principio, ha dado un giro en las relaciones personales que se traduce en un claro acercamiento diplomático. El ruso se deja querer. La interlocución con Moscú es una de las líneas diplomáticas perennes en París… desde tiempos de De Gaulle.
Camino del Arco de Triunfo, Macron hizo una breve parada ante el monumento a De Gaulle. Ofrenda floral, minuto de silencio, saludo a familiares del general. El monumento al general está enfrente del de Clemenceau. Terminado el ciclo conmemorativo de la Primera Guerra Mundial, Macron va a aprovechar varios aniversarios redondos para rendir homenaje al vencedor de la Segunda.
Macron, que antes fue ministro en un gobierno socialista y tiene a sus eurodiputados en el grupo liberal, se apresta a dar un giro político, propiciado por la epidemia y la crisis económica consecuente, hacia el intervencionismo del Estado en la economía. Además ha demostrado a las claras su eclecticismo a la hora de apoyar su relato nacional en figuras del pasado.
De hecho peregrinó a Colembey-les-Deux-Eglises donde está la modesta casa de campo del general y su sobria sepultura hace dos años con motivo del 60 aniversario de la Constitución de la V República, cortada a la medida del general.
PARA ALEMANIA, «UN DÍA DE GRATITUD»
En Alemania, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier dijo en su discurso por la conmemoración del 75º aniversario del final del conflicto que los alemanes sienten «gratitud» por la derrota nazi
«Hoy, nosotros los alemanes podemos decir: ¡el día de la liberación es un día de gratitud!», declaró en Berlín Steinmeier, que instó a la comunidad internacional a proteger «el orden y la paz» establecidos desde 1945 y a aumentar la «cooperación», también «en la lucha contra la pandemia».
Normalmente, Alemania no conmemora o celebra muy poco el aniversario del 8 de mayo de 1945, cuando el régimen nazi se rindió a los aliados, pero esta vez la ciudad de Berlín ha decidido declarar el 75º aniversario como feriado.
Este día festivo, sinónimo de derrota para el país pero también de liberación del nacionalsocialismo y de los campos de concentración, se limitará solo a la capital del país, donde la iniciativa ha causado cierta controversia.
El jefe de la diploma alemana, Heiko Maas, expresó su escepticismo el jueves sobre la idea de convertirla en una fiesta nacional permanente en toda Alemania. «Esta no es la cuestión principal para mí», aseguró a la cadena de televisión ZDF.
«Lo importante es que este día se entienda en Aleminia como un día de liberación, un día que de hecho puede ser de celebración» pero no de lamentación, agregó Maas, una visión no compartida por la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD).
Para su principal líder, Alexander Gauland, el 8 de mayo sigue siendo una «derrota absoluta» por la pérdida de territorios en el este, los bombardeos y la expulsión de millones de nacionales. Alemania perdió su «autonomía» sobre su «futuro», aseguró.
Alrededor del mundo, las restricciones decretadas para contener la pandemia del nuevo coronavirus, que ha matado a más de 260.000 personas, han obligado a reducir al mínimo las celebraciones, con ceremonias transmitidas en directo por Internet.
Fuente: El Mundo
Autores: Carlos Fresneda/ Iñaki Gil
Foto: Winston Churchill saluda a la multitud concentrada para celebrar la victoria en la Segunda Guerra Mundial el 8 de mayo de 1945. (Dominio público)