Una playlist para Semana Santa sin trap, reguetón ni OT
No ha sido tarea fácil, pero hemos logrado listar 20 novedades ajenas al dictado del mercado para que te acompañen durante tus vacaciones.
Es como montar un puzle al que le faltan un puñado de piezas. El mercado nos tiene arrinconados, amigos. La tendencia acapara las ondas. Amaia & cia., Yung Beef, C. Tangana y otros tantos representantes de estas extrañas tribus que han conquistado el oído de los millennials están en boga de un modo incuestionable. Su presencia mediática es manifiesta. Las majors discográficas dedican hasta el último de sus recursos en darles salida comercial. Por eso, darle forma a una playlist con canciones publicadas en 2018 sin incluir reguetón, trap o algún que otro tema de los triunfitos de turno se convirtió en un desafío complicado… pero no imposible: hoy estamos aquí para demostrar que hay vida más allá de este Triángulo de las Bermudas musical.
Ahora que llega la Semana Santa, a modo de regalo para que te acompañe durante el viaje a donde quiera que vayas a escaparte, hemos revisado los lanzamientos más importantes de los últimos tres meses para crear una resultona playlist 100% libre de tóxicos. 20 temas y 20 motivos para estar en nuestra lista de novedades a tener muy en cuenta. Lo mejor (a nuestro modo de ver) del muy fructífero primer trimestre de una añada que se presenta especialmente suculenta.
Me and Michael, de MGMT
Pop romántico de los 80 perpetrado por uno de los estandartes de la nueva psicodelia. ‘Me and Michael’, cuarto single de ‘Little Dark Age’, es, tal vez, el hit más instantáneo de la banda de Connecticut desde aquel cacareadísimo ‘Kids’ (2008). Para escuchar en el gimnasio de un high school americano con una bola de luz iluminando la improvisada pista de baile. Back to the 80s.
Burnin’ Up (feat. Angel Olsen), de Sonny Smith
Tiene un aire a los medios tiempos de la Velvet Underground, con una producción exquisita y unos coros que evidencian el buenísimo estado de forma de la vocalista de Carolina del Norte (a quien tendremos en Madrid, Barcelona y San Sebastian los días 8, 9 y 10 de mayo). Sonny Smith la califica como una mezcla entre el ‘Fast Car’ de Tracy Chapman y el ‘I’m On Fire’ de Bruce Springsteen.
A miles de kilómetros, de Nunatak
Pop luminoso con unos arreglos perfectamente medidos (se nota la evolución de los murcianos y la puesta a punto llevada a cabo por Warner). Según cuentan, ‘A miles de kilómetros’ “es un canto homenaje a los viajes, las horas de carretera, a todos esos lugares y personas que han ido conociendo en el camino, a los buenos y a los malos momentos y a todo lo que aún queda por recorrer”.
One Rizla, de Shame
Post punk de muchos quilates el de estos jóvenes londinenses; una de las bandas a tener más en cuenta a corto plazo. Hace 10, 12 o 14 años, con la eclosión del indie rock británico post-Libertines hubieran pasado desapercibidos como tantos otros buenos grupos que no tuvieron la presencia que se merecían. Hoy, en cambio, tal vez se hagan un hueco en la industria a golpe de codazos (y de algún que otro estribillo irresistible).
Magazine, de Editors
The Killers meet Muse. Editors han dado un paso adelante en un carrera que por un momento pareció estancada. Con algo más de luz suenan más directos y más divertidos. No reniegan de lo que un día fueron (la respuesta británica a los neoyorquinos Interpol), pero tampoco le dan la espalda al gran público. Faltaría más.
The Deconstruction, de Eels
Quizá suene poco fresco/novedoso, pero el toque markoliverettiano se palpa en cada nota. La voz rasgada del outsider más raruno del rock yanqui sigue poniéndonos la piel de gallina, si bien esta vez se ha dejado acompañar por una base rítmica que le roba (algo de) protagonismo.
Still in Bed, de Baywaves
Dream pop hecho en Madrid (y cantado en inglés) en la línea de Apartamentos Acapulco, Ariel Pink o Holy Bouncer. Ya han girado por Europa varias veces y este año han cruzado el océano para tocar en el South by Southwest de Texas y presentar piezas de orfebrería como ésta, así que ojo con ellos.
Distant Colours, de Manic Street Preachers
Los Manic de siempre con una capa de modernidad que les sienta de vicio. Las letras, tan efectivas como de costumbre: “Break my heart a thousand times / But it’s still right here / Will we ever survive?”.
Everybody’s Coming To My House, de David Byrne
“We’re only tourists in this life / Only tourists but the view is nice”. Byrne reflexiona sobre el gobierno de Trump en todos y cada uno de los cortes que conforman ‘American Utopia’. En este caso, sobre sus despiadadas políticas de inmigración. Esta mezcolanza new wave suena a Talking Heads casi tanto (o incluso más) que los propios Talking Heads.
Deep Pockets, de Gaz Coombes
Llevan años queriendo enterrar el britpop (tal y como lo entendimos en los 90), pero aquellos que alimentaron al monstruo (los hermanos Gallagher, Damon Albarn, Richard Ashcroft…) se han empeñado en mantenerlo con vida (y coleando). Coombes, vocalista de los brutales Supergrass, se encarga de traerle el postre al bicho.
Connected By Love, de Jack White
4 minutos y 38 segundos que condensan toda la esencia White. Piano como base y órganos como remate, solos de guitarra, medios tiempos, coros de voces negras, rock sureño tocado por el blues… El hombre fuerte del rock americano alcanza aquí otra cima creativa descomunal. ‘Boarding House Reach’ se presenta esta semana… y no podría tener mejor aspecto.
Feel The Love Go, de Franz Ferdinand
Los escoceses podrían pasarse la vida haciendo una y otra vez el mismo disco (que es de algún modo a lo que se dedican) y jamás dejarían de llamar nuestra atención. Pim, pam, pum: estrofa, puente, estribillo. Un par de guitarrazos y ya se han instalado en tu cerebro por los siglos de los siglos. Efectistas, sí, pero muy buenos.
Noches blancas, de Dorian
El primer adelanto de su nuevo disco, ‘Justicia universal’ (25 de mayo a la venta). Dejemos que sean ellos los que lo definan: “En este nuevo trabajo varios temas están orientados a la pista de baile. Otros exploran la cara más new wave y pop del sonido del grupo, pero siempre desde la electrónica. Como suele ocurrir en Dorian hay cierta melancolía en las melodías y las letras. Algunas canciones abordan temas como la soledad urbana, la complejidad de las relaciones humanas o el fin del mundo tal y como lo conocemos”.
O Isa, de Triángulo de Amor Bizarro
Noise pop que se acerca a las muy gallegas cantigas de escarnio. Sólo TAB podía llevar a cabo semejante mezcla. ‘O Isa’ forma parte de ‘El Gatopardo’, un EP de 4 temas que se publica precisamente el 23 de marzo.
All The Stars, de Kendrick Lamar y SZA
Menuda joyita la banda sonora de ‘Black Panther’, ¿no? Pues de entre todas las canciones que la conforman, la que más brilla es esta colaboración que suena exactamente a lo que debe sonar el año 2018. Desde ya, uno de los himnos del año.
Nameless, Faceless, de Courtney Barnett
La canción nos flipa, pero el vídeo raruno que la acompañaba no desmerece en absoluto. Courtney. Ay, Courtney. Qué talentazo, joder. Tiene todo para dejar huella: voz, carisma y una colección de canciones espectacular. Lo extraño es que no abra grandes festivales, porque es de lo mejor del panorama indie actual.
Mr. Tillman, de Father John Misty
¿Hay algún lanzamiento de este tipo –puro carisma– que no funcione instantáneamente? El muy ca***n lo hace todo bien. La quintaesencia del folk del siglo XXI, un tipo con un talento descomunal que lleva años (desde aquel ‘Fear Fun’ de 2012) en estado de gracia.
My Enemy ft. Matt Berninger, de Chvrches
La banda escocesa más cool del momento se alía con el frontman yanqui más cool del momento para presentar una pieza synth pop melancólico que te clava el alma en el suelo. Con tanto talento junto, nada podía salir mal. Llega al espíritu. Crece con las escuchas; no pierde impacto.
Little Thing Gone Wild, de Black Rebel Motorcycle Club
Grupo infravalorado donde los haya, su último disco es una evolución maravillosa de su sonido de siempre (a saber: noise rock con un toque sureño). Este sencillo anticipó ‘Wrong Creatures’, que se lanzó en enero. Funciona como single, pero no es ni de lejos el mejor corte de un disco casi casi perfecto.
La Llorona (con Los Macorinos), de Natalia Lafourcade
Rara avis en esta playlist; contrapunto para poner en valor ese tributo de la cantante mexicana al folclore latinoamericano llamado ‘Musas’. No se nos ocurre un cierre más adecuado que la versión de este clásico popular interpretado por Lafourcade en compañía del dúo de guitarristas Los Macorinos. Amor, dolor, revolución. Música.
Fuente: revistagq.com