Vigilancia total contra abusos a infantes y adolescentes
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Realidades injustas y aberrantes contra infantes y adolescentes a diario son noticias en lo transcurrido en este abril, mes dedicado a la prevención del abuso infantil y es por ello que, insistimos en la necesidad de que toda la ciudadanía se interese y permanezca comprometida en su vigilancia y erradicación.
El pasado 2 de abril, en el sector Simón Bolívar de esta ciudad capital, un hombre le quitó la vida a su hijo, en momentos en que éste salió en defensa de su madre agredida por el mismo homicida, un hecho atroz que sucede frecuentemente aunque no termine en tragedia fatal.
Días después, una niña es raptada por dos desconocidos, que luego fue rescatada por los agentes del orden.
A nivel internacional se difunde el repugnante video del líder espiritual del budismo tibetano Dalái Lama pidiendo a un niño no sólo que lo besara en la boca sino que le “chupara” su lengua, para luego limitarse a pedir excusas públicas, como si ese delito no mereciese más que una sanción moral, ante un daño psicológico al infante de por vida, debido a la transmisión masiva del video en todas las redes sociales.
Mientras en Constanza, un profesor de una escuela pública fue apresado luego de ser acusado de masturbarse en presencia de dos estudiantes de 16 años, a las cuales se ofreció a llevarlas a sus casas en su vehículo.
Por último y no por ser la menos importante, está la denuncia que realizó nuestro apreciado Fernando Quiroz Mora, director de este medio, de que niños que padecen de la condición de autismo les fijan citas para ser atendidos en 3 años, generando dolor e impotencia en sus progenitores que buscan ayudas especializadas a través de terapias, lo cual constituye un abuso infantil por la desprotección de este segmento poblacional que no tiene justificación, cuando en el país para muchas otras actividades, sin impacto social, sobran los recursos.
Nuestros niños y niñas merecen toda la atención, todo el amor, disciplina, límites y cuidados necesarios en el marco de una crianza positiva, que les asegure aceptación y protección para su sano desarrollo.
Lastimar intencionalmente a un infante, ya sea física, psicológica, sexual, por abandono o negligencia en atención médica constituye un abuso infantil, un delito penado por la ley, que afecta el bienestar del que tiene derecho.
Abusar de un infante marca negativamente sus sentimientos, comportamientos, creencias y desenvolvimiento físico, mental y social.
La responsabilidad de un sano desarrollo en nuestros infantes depende de la conciencia, responsabilidad, supervisión y compromiso de los adultos a quienes se les confía sus cuidados y guarda.
Una infancia colmada de amor y protección genera un adulto seguro, capaz de continuar emulando el ejemplo aprendido y de disfrutar de una convivencia más sana.
Amables lectores, les invito a permanecer unidos en contra de todo tipo de abuso infantil y malos tratos, defendiendo el derecho que tenemos a una vida libre de violencia.
La autora es la presidente de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur