Bilbao ciudad perfecta para una escapada de otoño
Buena comida, ocio y eternos paseos: los imprescindibles de Bilbao en la guía definitiva de Vogue
La guía de Bilbao en 12 direcciones imprescindibles
Si eres de los que espera los fines de semana o puentes con mucho entusiasmo, y vives maquinando tus escapadas durante todo el año, quédate, porque aquí te traemos tu próxima visita de otoño. Spoiler: es un acierto asegurado.
El destino perfecto para una escapada otoñal es Bilbao, y tenemos argumentos de sobra que lo confirman. Conocer su rica gastronomía, pasear por su casco antiguo y su Ría, sumergirse en su oferta cultural y vivir la ciudad como lo hacen los locales. Esta es la guía definitiva para enamorarte de la capital de Bizkaia.
La visita obligada: Museo Guggenheim
La primera parada y, por supuesto, más que obligatoria en Bilbao, es su museo Guggenheim. Y no solo por su atractiva arquitectura exterior, sino por todo lo que este tiene que ofrecer de puertas para dentro. Entre sus exposiciones no te puedes perder ‘Picasso escultor: materia y forma’, disponible hasta el 14 de enero del 2024. Una muestra compuesta por una selección de esculturas abarca la pluralidad de estilos que Picasso utilizó para representar las formas del cuerpo humano, deconstruyéndolo con el fin de recomponerlo.
Un restaurante que une tradición y vanguardia: Porrue
Para continuar la ruta gastronómica por Bilbao no te puedes perder Porrue –palabra del chef Eneko Atxa en una entrevista para El País–. Su nombre significa puerro en vasco, haciendo un guiño así a uno de los alimentos fundamentales de la cocina vasca de toda la vida.
Este restaurante, ubicado muy cerca del Guggenheim, basa su elaboración en los pilares de la cocina tradicional vasca, dando prioridad absoluta a los productos de calidad. Como platos estrella de su carta destacan las Kokotxas a la brasa con polvo de txipi, su Tartar de vieira con gazpacho y esferas de mostaza o el Txuletón de Porrue. Para finalizar el festín como se merece, no olvides pedir el Mousse de avellana, que elaboran ante el cliente y cuya transformación te dejará sin habla.
El bar más antiguo de Bilbao: Café Iruña:
Si necesitas una parada y buen descanso, tu lugar es Café Iruña. Este establecimiento abierto desde 1903 se ha convertido en un emblema de la Villa. Tiene una de las barras de pintxos más famosas de la ciudad y es el lugar de referencia de los bilbainos.
Se ubica en un local de 300 metros cuadrados donde cada rincón es parte la historia de la ciudad. Además de ofrecer deliciosos desayunos, raciones y pintxos, Café Iruña es un espacio con solera cuya decoración rezuma tradición por los cuatro costados.
EL hotel: Radisson Collection Hotel, en plena Gran Vía de Bilbao
Después de un día agotador sin parar de explorar todos los rincones posibles de la Villa, Radisson Collection Hotel es el mejor lugar para descansar. Ubicado en plena Gran Vía de Bilbao, te permite no alejarte lo más mínimo de tu ruta. Un alojamiento donde los detalles marcan la diferencia para que te sientas como en casa desde el primer momento.
Además, para los amantes de la buena comida, Radisson Collection tiene en su interior una auténtica joya gastronómica. En la azotea del edificio y abierto para todo el público se encuentra
NKO, la apuesta del chef Eneko Atxa, donde es posible degustar la fusión perfecta entre la cocina vasca y la japonesa.
El paseo por el casco viejo: 40 calles para empaparte de su historia
Sin duda, cuando visitas una ciudad nueva, su mayor atractivo es perderte sin rumbo y conocer todos sus recovecos. El caso viejo es una de las zonas más concurridas y pintorescas de Bilbao, donde pasear por sus estrechas calles y empaparte de la vitalidad de la ciudad. Entre más de 40 calles, todas de ellas peatonales, podrás conocer sus emblemáticas tabernas, o dejarte llevar por un guía y no perderte ni un solo rincón.
Y ya que te pasas por el casco viejo de la ciudad vizcaína, puedes escaparte y apreciar su catedral. Ubicada en pleno corazón de la ciudad y con más de 600 años de historia, merece una visita (aunque sea rápida) para apreciar su arquitectura gótica.
Mucho más que un templo gastronómico: el Mercado la Ribera
El mercado de la Ribera ostenta el titulo de ser el mercado cubierto más grande de Europa, con un total de 10.000 metros cuadrados. Ubicado junto a la ría de Bilbao no es solamente un mercado tradicional al uso, sino que su exterior es toda una obra artístico donde siempre pasan cosas. Una vez visto por fuera, puedes (y debes) pararte a probar sus puestos, y degustar sus auténticos pintxos, acompañados de txakoli, el trago más típico de la ciudad
Una de las mejores tiendas de ropa del mundo: Persuade
Nombrada como una de las mejores tiendas de ropa del mundo según GQ, Persuade tiene que estar si o si en tu ruta por Bilbao. Un espacio con diseños únicos y materiales de la mejor calidad, donde conviven los trajes más clásicos, de las mejores firmas de lujo, junto a los accesorios más sofisticados. Seas o no un amante de la moda debes visitar esta tienda, aunque solo sea por adentrarte en el original espacio, calificado como ‘un encantador país de las maravillas de la ropa loca’.
Caserio Zearreta: objetos y gastronomía (con mucho gusto)
Si quieres adentrarte en el interior vasco y conocer el encanto de sus pueblecitos, Caserío Zearreta es una visita más que obligada.
Con más de 500 años de historia entre sus muros, y muy cerca de sus inmensos acantilados, se encuentra este caserío. Un proyecto familiar que se transformó una antigua carpintería en un obrador de pastelería. Con el objetivo de ofrecer a sus clientes diferentes servicios, en este caserío puedes adquirir productos que jamás pensaste que comprarías en un mismo lugar: desde delicias de repostería artesanal hasta piezas de decoración y objetos de diseño. Además, el entorno de este caserío se convertirá en ese lugar que recordarás grabarás para siempre en tu retina.
El lugar más fotogénico de Bizkaia: San Juan de Gaztelugatxe
Gaztelugatxe se encuentra a tan solo 45 minutos de Bilbao y se ha convertido en toda una joya visual de la costa vasca que merece cada kilómetro recorrido. Admirar esta obra de la naturaleza es mandatorio si viajas a Bizkaia. Quizás el islote coronado por la ermita de San Juan te suene, albergando la casa Rocadragón, de la famosísima serie Juego de Tronos. Eso sí, quieres recorrer todas sus escaleras y visitas la ermita, es imprescindible sacar tu entrada con tiempo.
Martina de Zuricalday y sus bollitos de mantequilla
Si quieres chuparte los dedos y recordar la repostería vasca todos los días de tu vida, tienes ir a Martina De Zuricalday. Y una vez allí, pedir sus bollitos de mantequilla –palabra de la fotógrafa Cecilia Álvarez-Hevia Arias, la mejor embajadora del País Vasco–.
Sus bollitos se han convertido en el producto estrella entre locales y turistas desde 1830. ¿Su secreto? Su elaboración. Preparados y horneados cada mañana de manera artesanal con todo el mimo para su clientela. Con más de 200 años de historia, esta pastelería es más que un emblema en la ciudad.
El atardecer en Mirador Artxanda
Uno de los lugares más emblemáticos de Bilbao es el mirador Artxanda, que debe su nombre a uno de los montes que rodea la ciudad la Villa. Si eres un amante de las vistas de altura y siempre estas buscando los mejores atardeceres, este mirador es tu must.
A pesar de haberse convertido en un plan típico en la ciudad, no por ello es menos impresionante. Desde que te subes al funicular, la experiencia ya promete. Una vez arriba podrás disfrutar de una panorámica diferente de la ciudad y vislumbrar los edificios más emblemáticos de la misma.
El restaurante con estrella para una cena de altura: Mina
Tras un paseo por la Ría, sin duda, una buena cena en La Mina (con estrella Michelín) es el mejor colofón posible para poner fin a esta escapada. Este restaurante céntrico ofrece una experiencia única al consumidor, debido a su limitado espacio. Un espacio que solo tiene cabida para 25 comensales por turno en un ambiente que te hará sentirte como en casa Y, por supuesto, una cocina de altura muy ligada a las raíces vascas, en la que dan prioridad a los productos locales de mercados y caseríos cercanos. La manera de probar su cocina es exclusivamente a través de su menú degustación. Disponen de dos opciones, uno completo con 14 platos y uno más reducido con 10.