Declaración Final, voz conjunta de las Cumbres Iberoamericanas
Manuel Díaz Aponte
Es uno de los documentos más importantes rubricados al finalizar una Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, colocando en él, las estipulaciones concertadas.
En cada foro, es redactada una Declaración Final que define los acuerdos a los que arribaron y formalizaron los mandatarios participantes, luego de agotar intensas jornadas deliberativas.
Por su peso específico y solemnidad, debe ser debatida ampliamente previa a su aprobación, para que no haya duda entre ninguno de los representantes de los estados miembros participantes acerca de su contenido.
Tan importante es ese mensaje que, al concluir una cumbre es precisamente, el que se lee antes de la clausura oficial.
Y los medios de comunicación hacen énfasis en lo que expresa, porque cada palabra cuenta al tratarse de un texto rubricado por los 22 jefes de Estado y de Gobierno asistentes.
En la parte superior del documento escrito aparece el logo, identificación, año y versión del encuentro, así como la simbología de la Secretaría General Iberoamericana.
La XXVII Cumbre Iberoamericana, efectuada en Andorra, en abril de este año, se hizo semi presencial por la Covid-19, y en uno de los 72 puntos de la Declaración Final se reconoce el turismo sostenible como motor de desarrollo local, cultural y medioambiental de las poblaciones de Iberoamérica, situándose como prioridad en las agendas políticas y los planes estratégicos o programas en materia de turismo.
El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader y su colega de Guatemala, Alejandro Giammattei fueron los únicos líderes latinoamericanos presentes. Igualmente asistieron, el rey de España, Felipe VI; el jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot; el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez y la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan.
En otro orden, el documento indica que “el COVID-19 tiene un impacto catastrófico sobre el turismo, por lo que, en coordinación con los organismos internacionales especializados, se hace imprescindible diseñar y articular modelos y sistemas innovadores que permitan avanzar hacia un nuevo paradigma del sector en el marco de las Líneas Estratégicas sobre Turismo y Desarrollo Sostenible en Iberoamérica”.
Impacto de la Covid
Los ejes abordados en la Cumbre de Andorra, identificada como “Innovación para el Desarrollo Sostenible–Objetivo 2030. Iberoamérica frente al reto del Coronavirus”, son:
– Una recuperación económica incluyente y sostenible
– La Cooperación Iberoamericana
– Hacia un papel innovador del Estado
-Terrorismo, delincuencia organizada transnacional y otros delitos conexos
-Medio Ambiente
– Colectivos en situación de vulnerabilidad
– Ciencia, tecnología e innovación
– El impacto sobre la educación, la cultura y el turismo
El primer punto manifestó la necesidad de implementar acciones comunes para superar los efectos de la crisis sanitaria global producida por la pandemia del Coronavirus SARS-CoV-2 (causante del COVID-19), que por más de un año ha golpeado a todos nuestros pueblos, por lo que debemos centrar los esfuerzos hacia una recuperación inclusiva que nos permita avanzar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprovechando las herramientas que ofrece la innovación.
En cambio, los dos últimos párrafos de dicha declaración plantean:
-El turismo sostenible como motor de desarrollo local, cultural y medioambiental de las poblaciones de Iberoamérica, situándose como prioridad en las agendas políticas y los planes estratégicos o programas en materia de turismo.
-El COVID-19 tiene un impacto catastrófico sobre el turismo, por lo que, en coordinación con los organismos internacionales especializados, se hace imprescindible diseñar y articular modelos y sistemas innovadores que permitan avanzar hacia un nuevo paradigma del sector en el marco de las Líneas Estratégicas sobre Turismo y Desarrollo Sostenible en Iberoamérica.
Recuperación Económica
La XXVII Cumbre Iberoamericana recibió con especial interés la Memoria presentada por el Grupo de Trabajo Iberoamericano para la Recuperación Socio Económica en el Marco de la COVID, que ha coordinado Ecuador con el apoyo de otros países iberoamericanos.
Saludó la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, México, el Perú y Venezuela (Batalla de Carabobo) durante el año 2021.
Expresó su satisfacción por la incorporación de Hungría, Luxemburgo y Alemania como Observadores Asociados y de ONU Mujeres como Observador Consultivo de la Conferencia Iberoamericana, acordada por los países iberoamericanos.
Agradeció y aprobó a la República Dominicana su decisión para acoger la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en el 2022 y hacerse cargo de la Secretaría Pro Tempore de la Conferencia Iberoamericana en el bienio 2021-2022.
Agradeció a la Secretaría General Iberoamericana, y muy particularmente a la secretaria general Rebeca Grynspan, por la dedicación y el liderazgo con que ha logrado en este último año mantener activo el espacio iberoamericano como plataforma de discusión y de búsqueda de alternativas innovadoras que contribuyan a la recuperación y a crear espacios de participación en todas las esferas de discusión internacional sobre la crisis del COVID-19.
Por último, expresó su gratitud al Gobierno, al Pueblo y la Secretaría Pro Tempore de Andorra por haber liderado el proceso de adaptación de nuestra acción, impulsando en uno de los momentos más difíciles por los que ha atravesado nuestra Comunidad iberoamericana.
De Guadalajara a Santo Domingo
Desde que surgió este foro en Guadalajara, México, en 1991, República Dominicana fue escenario de la XII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en 2002. Ahora, se apresta por segunda vez a montar ese evento en el año 2022.
La declaración de Guadalajara planteó que: “Con especial beneplácito nos hemos congregado, por primera vez en la historia, para examinar en forma conjunta los grandes retos que enfrentan nuestros países en un mundo en transformación. Nos proponemos, por ello, concertar la voluntad política de nuestros gobiernos para propiciar las soluciones que esos desafíos reclaman y convertir el conjunto de afinidades históricas y culturales que nos enlazan en un instrumento de unidad y desarrollo basado en el diálogo, la cooperación y la solidaridad”.
Sostuvo, además, que “reconocemos que este propósito de convergencia se sustenta no sólo en un acervo cultural común sino, asimismo, en la riqueza de nuestros orígenes y de su expresión plural. Nuestra comunidad se asienta en la democracia, el respeto a los derechos humanos y en las libertades fundamentales. En este marco, se reafirman los principios de soberanía y de no intervención y se reconoce el derecho de cada pueblo a construir libremente en la paz, estabilidad y justicia, su sistema político y sus instituciones”.
Declaración de Madrid
En cambio, durante la II Segunda Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, efectuada en Madrid, capital de España, el texto de la Declaración Final enfatizó:
– Nos reunimos a los quinientos años del encuentro de dos mundos, a lo largo de los cuales se han ido forjando los vínculos que nos hacen reconocernos hoy como miembros de una comunidad.
-Ha sido ésta una ocasión significativa en la que hemos querido dar testimonio de que nuestra reflexión y nuestro trabajo en común pueden dar frutos que se multipliquen en el futuro.
-Iberoamérica debe potenciar lo específicamente propio y lo universal de sus valores compartidos, en un compromiso renovado con la libertad y la justicia. Consideramos que nuestros países extraen su fuerza, más allá de su común origen, de una común opción.
-La identidad iberoamericana está fundada en la idea de la dignidad e igualdad de sus diversas culturas y en una concepción integral y liberadora del hombre y la sociedad, como creadores de su destino.
-Ni el racismo ni la xenofobia, que condenamos sin paliativos, pueden tener nunca cabida en nuestros comportamientos y actitudes. Nuestro designio, a la vista ya del siglo XXI, es avanzar en los proyectos de integración regional y alcanzar la plenitud de desarrollo político, social y económico.
-Nuestro propósito es una sociedad libre, abierta y pluralista, con pleno ejercicio de las libertades individuales, sin perseguidos ni excluidos y dirigida a la consecución del progreso y de la justicia social.
Declaración de Salvador de Bahía
Los mandatarios asistentes a la III Cumbre Iberoamericana en Brasil, 1993, enfocada al Desarrollo, con especial énfasis en el desarrollo social, suscribieron una Declaración Final de 73 puntos que, entre otros, planteó:
-En esta oportunidad, reafirmamos nuestro pleno compromiso con la democracia representativa, el respeto, la defensa y la promoción de los Derechos Humanos y de las libertades fundamentales. En este marco, reiteramos los principios de soberanía, no intervención e integridad territorial y reconocemos el derecho de cada pueblo a constituir libremente, en paz, estabilidad y justicia, su sistema político y sus instituciones. Estos son objetivos básicos de la comunidad de naciones aquí reunidas y factores integrantes de cualquier política de cooperación.
En este sentido, reiteramos plenamente todo lo dispuesto en la Declaración de Guadalajara del 19 de julio de 1991 y en el Documento de Conclusiones de Madrid del 24 de julio de 1992, que constituyen un conjunto de normas y principios que deben guiar nuestras relaciones.
-La Conferencia Iberoamericana constituye, en nuestro espacio político, un foro de concertación dotado de características propias. Encontramos su razón de ser en el reconocimiento de un acervo cultural común, así como en la riqueza de nuestros orígenes y de su expresión plural. Nos ofrece ocasión para consultar y reflexionar sobre cuestiones del interés de sus miembros. Su espíritu consolida un espacio abierto a la cooperación y a la solidaridad.
Cartagena de Indias
La IV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en Cartagena de Indias, Colombia, en 1994, apuntó en su Declaración Final aspectos de la necesidad de innovación del comercio iberoamericano.
Sobre ese particular, estableció que “consideramos fundamental reforzar las relaciones económicas y comerciales iberoamericanas, profundizar los diversos procesos de integración regional, propiciar su convergencia y ampliar los mercados mediante la liberalización comercial hemisférica, la expansión de las relaciones económicas con todos los países y regiones como la cuenca del Pacífico, así como promover mayores corrientes de comercio e inversión entre Latinoamérica y la Unión Europea, siendo España y Portugal puntos privilegiados de enlace entre los dos continentes”.
La Declaración de Bávaro
Los días 15 y 16 de noviembre de 2002, República Dominicana sirvió de anfitriona a la XII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, en Bávaro, Punta Cana.
La Declaración Final fijó entre otros elementos que: “Reafirmamos nuestra adhesión a los propósitos y principios del derecho internacional consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, el respeto a la soberanía y la igualdad jurídica de los Estados, el principio de no intervención, el no uso o amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales, el respeto a la integridad territorial, la solución pacífica de las controversias y la protección y promoción de todos los derechos humanos. Reiteramos nuestro compromiso con la promoción, consolidación y preservación de la democracia y el derecho de cada pueblo a decidir libremente su sistema político y al reconocimiento de su identidad cultural”.
También, la vigencia y la importancia del multilateralismo y el regionalismo abierto como el contexto más apropiado para abordar la agenda iberoamericana de diálogo y cooperación sobre todos los temas de interés común.
El autor es periodista y profesor de comunicación.