¡El desarrollo del lenguaje en nuestros peques!
Aprendiendo a ser padres
Karla Dewindt
Hablarles a nuestros hijos especialmente desde que son pequeños es sumamente importante para su crecimiento, nuestro cerebro se desarrolla a medida que interactuamos con el mundo. Desde que nacemos nos comunicamos sin usar palabras nos quejamos, lloramos, nos reímos a carcajadas, le sonreímos a personas y cosas que nos agradan, nos calmamos cuando nos acurrucan en fin nos comunicamos por medio de acciones.
El desarrollo del lenguaje va depender mucho del ambiente en que crecemos y que tanto nos hablan desde pequeños. Las experiencias más importantes y significativas de nuestros hijos vienen de interactuar con sus padres o cuidadores.
Las investigaciones recientes demuestran que al hablarles a nuestros hijos desde temprano prepara y estimula su cerebro para el desarrollo del lenguaje y habilidades más complejas como pensar, tomar puntos de vistas e ideas propias entre otras.
Hay familias donde se habla poco y hay familias donde se habla mucho.
En las familias que hablan poco, es muy posible que los padres no comprendan la importancia de hablarle a los niños pequeños, o pueden no haber crecido con esa experiencia y a veces podemos tener tantas cosas en nuestras mentes, que se nos hace difícil propiciar momentos o interactuar, pero tenemos que aprender a soltar las preocupaciones, si queremos niños felices y con un desarrollo favorable.
Las familias donde los padres, los abuelos y otros cuidadores hablan mucho a los niños, incluso antes de que puedan entender o responder interactúan constantemente promoviendo las expresiones faciales y los sonidos, convirtiendo actividades rutinarias(como cambiar el pañal, momento del baño etc) en juegos, contar historias, preguntarle al bebé, cantar, leerle cuentos y hablarle de las imágenes en los mismos, todas estas interacciones son significativas para el desarrollo de la comunicación, por eso es tan importante brindarle a nuestros hijos un ambiente rico de experiencias y de interacciones especialmente en sus primeros años.
Un abrazo.
La autora es mamá, Psicóloga Clínica, especialista en atención temprana y terapia ABA para el tratamiento de los trastornos del espectro autista. Es directora del Centro Aprendo, centro dedicado a trabajar con niños/as con autismo y dificultades relacionadas.
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