La Era Digital y la Diplomacia
Apostilla del Diplomático
José Cáceres Veloz
El mundo de la diplomacia, a nivel global, ha sufrido grandes transformaciones si echamos un vistazo a los primeros años de ese renglón que une a países de los cinco Continentes.
Una de las diplomacias que viene ganando más terreno, en forma vertiginosa, lo es la «Diplomacia Digital». La internet ha venido a revolucionarlo todo en el mundo.
Por considerarlo de interés, a continuación les dejo con un fragmento de un artículo publicado por el profesor Juan Luis Manfred, de la Universidad de Castilla-La Mancha, donde expone el tema con mucha profesionalidad:
«La diplomacia digital es una realidad. Ministros, diplomáticos, académicos,think-tanks, periodistas y ciudadanos emplean este ámbito para conseguir sus respectivos objetivos. Si el servicio exterior quiere dar un paso adelante, tendrá que invertir en capacidades y destinar recursos que serán detraídos de otras partidas. Por eso, antes de lanzarse a tuitear, es recomendable diseñar una estrategia de luces largas y pensar cómo la diplomacia digital puede crear valor para la ciudadanía.»
«La diplomacia digital es uno de los temas más relevantes en el nuevo escenario de las relaciones internacionales. Se han multiplicado las iniciativas para extender la influencia y la visibilidad de los países, pero también es terreno abonado para que los actores no estatales promuevan sus intereses. Las redes sociales son un epítome de la diplomacia en red.»
«Esta tiene cuatro objetivos principales (representar, negociar, proteger y promover los intereses de un Estado ante terceros) que siguen vigentes, pero la emergencia de Internet y los nuevos medios invita a pensar cómo defender esos intereses en el entorno digital. El entorno digital ha abierto la escena internacional a nuevos actores y ha desintermediado recursos y procesos. Asimismo, ha creado nuevos problemas de seguridad y confidencialidad. En suma, se han multiplicado las fuentes de legitimación, participación y comunicación, creando una suerte de diplomacia en red.
En este escenario, parece oportuno pensar una estrategia que incluya el entorno digital entre sus acciones. Hay que saber aprovechar las oportunidades (gestión del conocimiento, mejora de los canales de comunicación para asuntos consulares, promoción de la diplomacia pública) y reducir los riesgos (seguridad y secretos, libertad de expresión o la propia gobernanza de las redes sociales).
«Este nuevo concepto va más allá. Tiene que ver con la capacidad que tienen las tecnologías de romper las estructuras jerárquicas y desintermediar los asuntos de la escena internacional. Las redes sociales generan nuevas oportunidades para la participación de otros actores que no son Estados. Es un entorno propicio para la diplomacia pública y la consecución de objetivos políticos. Si no fuera tan relevante, no habría polémica por el “reconocimiento” de Kosovo por parte de Facebook, la disputa con Google Maps por el establecimiento de las fronteras en Palestina, la censura que algunos buscadores ejercen en China como condición para operar en aquel mercado o el activismo digital de unos y otros en la reciente disputa territorial entre Chile y Perú. En relación con las infraestructuras, el reciente encuentro entre Brasil y la UE ha comprometido la creación de una conexión de cable de fibra óptica transatlántica para optimizar la seguridad de Internet y la privacidad, eufemismo de inteligencia e información sensible.»