María Teresa, la más joven de las hermanas Mirabal, sobreprotegida en la niñez por sus cuadros de asma
Estimulada por Minerva, se hizo amante de la lectura desde muy joven y alimentaba, sin reparo, su curiosidad, haciendo preguntas sin parar y memorizando cada detalle.
Ojo de Agua.- El 15 de octubre de 1935, nació la más joven de Las Mariposas. El santoral celebraba el día de Santa Teresa de Ávila y la recién nacida fue bautizada como Antonia María Teresa.
La niñez de María Teresa estuvo marcada por la sobreprotección de una madre asustada por los cuadros de asma que presentaba la pequeña y por los mimos de su padre. Sus hermanas mayores velaban por ella, no sólo por la brecha de casi una década entre su nacimiento y el de Minerva; sino, por ser María Teresa la de menor estatura y por su bondad incalculable, características que la hacían vulnerable ante situaciones en que pudieran aprovecharse de ella.
Estimulada por Minerva, se hizo amante de la lectura desde muy joven y alimentaba, sin reparo, su curiosidad, haciendo preguntas sin parar y memorizando cada detalle. También disfrutaba de cocinar.
Al igual que sus hermanas, cursó los primeros años del bachillerato en el Colegio Inmaculada Concepción de La Vega. Para el último año, su asma había empeorado, por lo que su madre decide su trasladó al colegio Sagrado Corazón de Jesús en Santiago, con la esperanza de que el clima le fuera más favorable. Culminó el bachillerato en las 3 ramas en que se podía cursar en ese entonces: Sociales, Naturales y Matemáticas.
Durante su adolescencia, solía visitar a su hermana mayor, Patria, quien se había casado con Pedro González y vivía en San Francisco de Macorís. Fue en esa casa donde conoció a Leandro Guzmán con quien tuvo empatía desde entonces y formaliza su noviazgo en 1947.
Tras su graduación escolar, se matriculó en la facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, convirtiéndose en la segunda de las hijas de la Familia Mirabal Reyes en hacer carrera universitaria. Más tarde, se cambiaría a la escuela de Agrimensura.
María Teresa se muda, junto a Minerva, a la ciudad de Santo Domingo para asistir a la universidad. Sus días transcurrían entre estudios, paseos y una gran fascinación por el cine. La convivencia con su hermana resulta en su involucramiento en las actividades políticas de ésta, con quien compartía una indignación punzante ante la tiranía trujillista.
Matrimonio con Leandro
El 14 de febrero de 1958 se casa por lo civil con Leandro y el 3 de mayo del mismo año celebran sus bodas por la iglesia. La pareja de recién casados se estableció en la ciudad de Santiago.
Leandro y María Teresa estaban unidos, no sólo por el amor, sino, por su rechazo a la dictadura. El 6 de enero de 1959, participaron de la histórica reunión clandestina que tuvo lugar en la residencia de Guido d’Alessandro donde se sentaron las bases de lo que, más tarde, sería el movimiento insurgente 14 de Junio, dirigido por Minerva y, su esposo, Manuel Aurelio Tavárez Justo.
Un mes después, el 7 de febrero, nacía Jaqueline, hija única del matrimonio Guzmán Mirabal. María Teresa conjugaba su rol de madre con el de activista política anti trujillista. Clara en sus posiciones y planteamientos, afirmaba sin titubeos: “se arriesga la vida sin pensar en posibles beneficios personales, ya que el principal motivo por el cual luchamos es la anulación completa de los privilegios […] quizás, lo que tenemos más cerca es la muerte; pero esa idea no me amedrenta: seguiremos luchando por la justicia”.
Actividades políticas
A fines de integrarse de lleno a sus actividades políticas, Leandro pide en su trabajo ser trasladado y la pareja se muda a la ciudad de Santo Domingo. El movimiento 14 de Junio quedó conformado oficialmente un año después de aquella reunión de enero de 1959. Infelizmente, la persecución de sus integrantes comenzó de inmediato.
A pesar de estar padeciendo una fuerte neumonía, María Teresa fue apresada el 20 de enero de 1960; sin embargo, la retornaron a Salcedo esa misma noche pues su madre se negó a separase de ella. Al día siguiente, los militares regresaron y se aseguraron de que viniera sola. La llevaron al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva en Santo Domingo. Para entonces, prácticamente, todos los integrantes del recién formado movimiento habían sido capturados, incluyendo a su esposo Leandro, su hermana Minerva, sus cuñados Manolo y Pedrito e, incluso, Nelson, el hijo mayor de Patria.
En la cárcel
El 22 de enero, fue trasladada a la cárcel de La Cuarenta junto a Minerva, Fé Violeta Ortega, Tomasina Cabral (Sina), Dulce Tejada, Miriam Morales y Asela Morel. De este grupo, sólo Sina fue torturada físicamente; las demás fueron atormentadas con largos interrogatorios y obligadas a presenciar las torturas de sus compañeros. Finalmente, el 7 de febrero, día del primer cumpleaños de su hija, María Teresa y sus compañeras fueron liberadas.
Con sus maridos presos, las Mirabal deciden refugiarse con sus hijos en su casa materna. Hasta allí llegaron, el 18 de mayo, los miembros de Servicio de Inteligencia Militar (SIM) para reapresar a Minerva y María Teresa. Las llevaron primero a San Francisco de Macorís y, luego, a la cárcel de La Victoria.
Esa vez fueron recluidas en celdas junto a presas comunes y no se les permitía tener contacto con sus familias. Fueron juzgadas y condenadas a una pena de 5 años de trabajos públicos por atentar contra la seguridad del Estado. Tras la apelación, la pena fue reducida a 3 años.
Al estallar el escándalo del atentado de Trujillo contra el presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, llega al país una misión de la OEA para investigar las denuncias de abusos de poder por parte de la dictadura. Bajo este escenario, las hermanas son referidas a prisión domiciliaria y abandonan La Victoria el 9 de agosto de 1960. Sólo tenían permitido abandonar la casa para visitar a Leandro y Manolo, quienes fueron trasladados a la cárcel de Puerto Plata el 8 de noviembre.
A pesar de las advertencias de su familia y del temor de que les tendieran una emboscada, Minerva y María Teresa viajaron cada viernes para ver a sus esposos. Los visitaron por última vez el 25 de noviembre cuando, al emprender el viaje de regreso a Salcedo, fueron interceptadas por los esbirros que las asesinaron, junto a su hermana, Patria, y al chofer, Rufino de la Cruz. María Teresa tenía 25 años de edad al momento de su muerte.
Fuente: Casa Museo Hermanas Mirabal
Editor: Fernando Quiroz
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