Ministro Paliza supervisa construcción de verja perimetral entre RD y Haití
Por una campaña de prevención del conflicto vial
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
La pasada semana dos videos se hicieron virales en las redes sociales en torno a discusiones de conductores que chocaron sus vehículos, en los cuales se les observó enfadados, agrediéndose verbalmente, llenos de ira, uno de ellos estrellándose violentamente contra la pared de un edificio, mientras en el otro caso se produjo una amenaza con una arma blanca.
Es entendible que, si te chocan tu vehículo cualquiera muestra su enojo y no es del agrado de nadie, pero nunca será aceptable que estalles en ira y cause al otro daños personales y materiales, obviando con esto la solución civilizada del conflicto y en definitiva haciendo justicia por sus propias manos.
Estos hechos, al igual que muchas otras agresiones que ocurren a diario entre ciudadanos, en principio debemos establecer que no tienen ninguna justificación y a la vez, nos permite reflexionar sobre la necesidad que tenemos los seres humanos de saber identificar nuestras emociones desde muy temprana edad y aprender a manejarlas en momentos de adversidades.
Es por ello que desde este espacio de promoción de paz, sugerimos a las autoridades del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) extender las capacitaciones de educación vial que ofrece a los conductores sobre el respeto a las normas de tránsito a instrucciones prácticas, a cómo prevenir y manejar los conflictos que se presentan cuando ocurre un accidente para evitar situaciones violentas.
Recordemos que, quienes agradecen son los únicos responsables de los hechos que ocasionan, generando por lo regular más violencia que el daño recibido y por ende, más perjuicio que, en muchos casos, conlleva sanciones penales más graves.
Enojarse es una emoción natural que puede variar en intensidad, llegando en caso extremo a sentir furia o cólera o como desee llamarle, lo cual es perjudicar para la salud en la medida en que genera un desequilibrio emocional.
La salud se deteriora y nuestro organismo presenta aumento de presión sanguínea, eleva el pulso cardíaco, aumenta la adrenalina, las paredes de las arterias empeoran y se siente fatiga, alterando el equilibrio natural del cuerpo.
Lo que si debemos tener presente es que hay maneras prácticas de controlar nuestras emociones, entre ellas respirar profundamente varias veces, alejarse momentáneamente del lugar y luego, cuando se sienta más estable emocionalmente, pensar y conversar respecto a las posibles soluciones. Si tenemos más tiempo, podríamos escribir pensamientos, leer, escuchar música y caminar entre otras actividades.
Guardar resentimientos o rencor también es perjudicial para la salud ya que puede alterar los pensamientos, comportamientos y las relaciones, por lo que, si llegamos a considerar que escapa a nuestro control, lo correcto es buscar a un profesional de la conducta competente que nos ayude a controlar nuestras emociones.
En estos momentos de la crisis mundial sanitaria que estamos viviendo, necesitamos más que nunca aunar esfuerzos para convivir pacíficamente, lo cual se traduce en mejor calidad de vida.
Disfrutar de una vida sana, equilibrada y en paz es una responsabilidad de todos y todas.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur