RD y Venezuela atadas por la historia
Apostilla del Diplomático
José Cáceres Veloz
El día 15 de este mes de diciembre pudiera ser una fecha interesante para la historia cuando se conozca un posible acuerdo entre el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y la oposición política de esa nación, el cual se está gestando en la República Dominicana con la presencia de mediadores internacionales de cinco gobiernos, encabezadas por el presidente dominicano, Danilo Medina.
Creo que en los meses de crisis profunda que ha vivido Venezuela nunca había estado tan cerca de un acuerdo. La solidaridad, el cordón umbilical que unen a ambos pueblos latinos, es más fuerte que la profunda crisis que ellos padecen.
La sinrazón está llegando al camino de la razón, de la convivencia pacífica. La democracia jamás puede desaparecer, por dos o tres.
Considero que el hecho de que las partes mantengan la «boca cerrada» y que dejen que el diálogo y la concertación fluyan de manera tranquila, es algo que ayuda mucho a ese ambiente que ya comienza a notarse en forma positiva.
Hay que estar en los zapatos de los habitantes de Venezuela para opinar sobre la fuerte crisis en todos los sentidos que vive la tierra de Simón Bolívar.
No es una crisis política, es una crisis humanitaria. Uno puede ver por la televisión como los hermanos de Venezuela andan despavoridos buscando alimentos, gasolinas y otros implementos para subsistir y no lo pueden encontrar con facilidad.
Un pueblo hambriento no lo detiene nadie. Ni las balas.
Así es que saludamos los esfuerzos que también hacen los Cancilleres de los cinco gobiernos que median en este conflicto de Venezuela.
Si ciertamente el día 15 como dijera el presidente Danilo Medina que se llegará a un acuerdo definitivo entre las partes, sería el mejor de regalo de Navidad y fin de año que tendrán los venezolanos.
Poder celebrar las fiestas navideñas en Paz y esperar con mucha esperanza y deseos de cambio un año 2018.
Qué bueno que ya han cesado las muertes de civiles, de parte y parte. Sangre de gente buena, pero que en un momento de radicalizó y eso le costó la vida.
El Prócer Juan Pablo Duarte, quien murió en Venezuela, debe estar feliz y contento con esta mediación que ha impulsado la República Dominicana para llevar el sosiego y la paz a Venezuela.
¡Viva, la Venezuela unida!