Visibilizar a las mujeres en la planificación
Desde mi Perspectiva
Alliett Ortega
Esta semana en desde mi perspectiva les hablaremos de la importancia de visibilizar a las mujeres en la planificación, y es que a mediados de la segunda década del Siglo XXI el escenario mundial se caracteriza por un crecimiento muy pausado de la economía, el comercio y la formación de capital y una volatilidad de los mercados financieros y cambiarios, lo que rubrica una acrecentada incertidumbre sobre el futuro. La República Dominicana enfrenta el reto de mantener su crecimiento en niveles compatibles con la creación de empleos productivos, que permita además conservar las prioridades en lo social y ambiental, y proteger la sostenibilidad del proceso en el largo plazo, lo cual es un enorme desafío, pues se trata de que el enfoque integral del desarrollo no se altere en el curso de este entorno mundial desfavorable, es por esto que debemos de orientar medidas de incorporar mecanismos de análisis que nos permita orientarnos a integrar el género en la Planificación Prospectiva de nuestro país, debemos de iniciar un análisis de cuáles son los desafíos que tenemos, y uno de estos es visibilizar a las mujeres en la planificación en todos los niveles.
Y es que una planificación que se formula sin incorporar la perspectiva de género conduce a invisibilizar las relaciones desiguales de poder, sin cuestionar tal desigualdad. Además, no considera ni crea espacios para las necesidades y potencialidades de las mujeres en el desarrollo; y es que uno de los errores más frecuente que observamos en la ejecución de políticas públicas, la cual se realiza mediante mecanismos de ejecución identificados en la fase de la planificación es la omisión de los aspectos derivados al género. Como país, si queremos planificar con un enfoque de transversalidad, el concepto de género debe estar presente en todo el ciclo del proceso de planificación como un eje transversal, que debe distinguir las desigualdades y diferencias específicas existentes entre hombres y mujeres (socioeconómicas, demográficas, culturales, raciales, entre otras), y proponerse aminorar las brechas entre unos y otras en los diversos ámbitos. Es decir, al reconocer la desigualdad entre hombres y mujeres y las diferencias de género en el acceso a los recursos económicos, sociales y culturales, la planificación con enfoque de género contribuye a proponer acciones que permitan satisfacer las necesidades de ambos géneros.
La planificación que no incluye en forma explícita una transversalización de género tiene la noción de que la población y/o grupos involucrados tienen características y condiciones homogéneas; que sus problemas, necesidades e intereses son los mismos; y que, por lo tanto, mujeres y hombres son afectados de igual manera por cualquier acción que se desarrolle. ¿Qué implican estas omisiones? Una planificación que no considera en forma diferenciada los intereses y necesidades estratégicas de hombres y mujeres tiende, en el mejor de los casos, a mantener las brechas de género; pero, por lo general, las acentúa (CIM/OEA2010).
La prioridad de incluir la transversalidad de género en la planificación es no perder de vista el horizonte de largo plazo, que permita mantener las transformaciones estructurales en la agenda pública, debemos de comenzar a elevar la mirada más allá del corto plazo, visualizar escenarios de futuro, acordar una nueva visión como país con una perspectiva de género, construir el camino para transitar hacia ese futuro deseado, todo lo cual aporta a fortalecer la planificación y las políticas de estado para el desarrollo.
Debemos de comenzar a identificar brechas de género, e incorporarlas en el análisis central de la planificación, brechas poco citadas, y usadas como aquella que tienen que ver con el uso del tiempo de hombres y mujeres y la distribución del trabajo no remunerado en los hogares. Según la CEPAL, sin importar el porcentaje de los ingresos que aporten a sus hogares, las mujeres realizan un mínimo del 60% de la carga total de trabajo no remunerado de la pareja, en 18 países que tienen encuestas de uso del tiempo, se muestra que las mujeres hacen más trabajo no remunerado que los hombres y menos trabajo remunerado que ellos; lo cual tiene un impacto en el desarrollo de cualquier país; y es que si queremos lograr un desarrollo sostenible, y cambiar el dato anterior se debe incluir de manera integral la igualdad de género en la planificación; de lo contrario, no puede ser considerado ni desarrollo, ni sostenible. Se trata de una propuesta que apunta, en último término, a avanzar hacia sociedades más igualitarias, solidarias y cohesionadas en un intento de ir cerrando las brechas que separan a individuos, grupos sociales y países. Planificar con perspectiva de género contribuye al desarrollo sostenible.
En síntesis, se pude señalar que la transversalización de género en la planificación es un proceso estratégico, no es un fin en sí mismo; representa un instrumento para alcanzar la igualdad de mujeres y hombres. Busca interacciones directas con otros elementos para el logro de la igualdad de género, los derechos humanos y el empoderamiento de las mujeres. Hasta una próxima entrega.