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Y de repente el mundo cambió
Iranna Flaviá Luciano
Pienso y Luego Escribo
El mundo para todos los que creen y los no creen nos está dando una lección, muchos que eran felices no lo sabían.
Todo en su agitado paso era para la mayoría calma y confianza, y de repente hemos tenido un despertar violento de realidades.
Los momentos duros en la vida del ser humano forman, porque no hay nada como el dolor y el sufrimiento para ver las cosas de otro modo y en su justa medida.
Lo que era una cotidianidad, ahora es un confinamiento, una lejanía, cero besos, cero abrazos y cero manos.
Ya nadie puede toser, ya nadie puede estornudar, todo representa un peligro inminente.
Lo que era normal y natural que era llegar a la casa cansados de trabajar y prepararse para el próximo día, ya cada día se pierde la perspectiva de cuándo llegará esa “normalidad”
Las visitas a familiares, las buenas reuniones de amigos, son afanes que poco a poco han quedado en el pasado y en el creciente temor.
Solo nos cuesta cuestionarnos hasta cuándo durará esto? Muchos dicen que hasta que aparezca una vacuna, otros que hasta cuando se desarrolle una autoinmunidad, algunos que cuando el mismo virus Covid-19 se autodestruya.
Lo que vemos es que de repente el mundo cambio, todo se ha vuelto una pantalla, una pared, un muro, una puerta, una distancia.
Un nos veremos sin ninguna seguridad de que así sea, solo confiando, solo confiando.
Estos son tiempos de pruebas para comprobar que tan aptos estamos para sobrevivir en un mundo donde solamente no es el lujo del Instagram, los viajes, las ropas, las joyas, en fin la competencia.
Dicen que el que está bien no lo sabe y es cierto, porque muchos tal vez desperdiciaron el mejor momento que tenían, el estar juntos, el compartir.
Pasarán 100 años tal vez para que se recobre un poco de aquello que teníamos, para sonreír abiertamente, sin estar esperando el día que se avecina a que nos cuenten cuantos más hay infectados en el mundo, y cuántos no corrieron con la suerte de seguir vivos.
Dónde está Dios en todo esto? Siempre ha estado con nosotros, aunque muchos en medio de los placeres le hayan dado la espalda, el siempre está pendiente para el reencuentro y para recibirnos con los brazos abiertos.
Lecciones: No saber que esperar mientras se espera, darle el primer lugar a Dios y a la salud, disfrutar dentro de nuestras casas el hecho de que continuamos vivos, y a ver y a comprobar lo finita que es la vida.
El mundo se mueve y gira, y en cuestiones de segundos puede cambiar, aprovechemos el momento que es todo lo que tenemos con la fe de que todo volverá a ser mejor que antes.
Pienso y Luego Escribo: La fe mueve montañas en este mundo que de repente cambió.